El amor es un ser vivo: nace, crece, se reproduce y puede morir por mucho que os queráis si no lo cuidas lo suficiente o si no lo haces de la forma adecuada. Tanto si tienes pareja estable como si aún no has conocido al hombre de tu vida, seguro que te interesa saber cuáles son las claves para que transcurrido el encantamiento inicial, la llama de vuestro amor siga encendida.
Evita el tan temido estancamiento que planea sobre toda pareja al cabo de un tiempo y consigue que la vuestra sea una historia de amor eterno.
- Coquetea
Solemos pensar que el coqueteo es propio de la fase de acercamiento a nuestra futura pareja y que una vez ya se ha formalizado nuestra relación, no tiene cabida. Pero esto no tiene por qué ser así. Esforzarte porque te vea guapa, tomarle el pelo de vez en cuando, tener pequeños detalles como cogerle de la mano por debajo de la mesa, darle una sorpresa inesperada… añadirán sal a vuestra relación y os ayudarán a evitar a toda costa la tan temida rutina.
- Sé educada
A todos nos pasa que una vez tenemos una cierta confianza, solemos relajarnos en el uso del "por favor", "gracias" y otro tipo de normas de buen comportamiento. Sin duda la confianza es algo muy importante, y es un síntoma de que vuestra relación avanza el hecho de que tú y él no estéis tan pendiente de las normas de comportamiento como cuando empezasteis. Pero es importante mostrar cierta deferencia hacia esa persona tan especial en tu vida. A veces basta con pensar cómo actuaríamos ante un desconocido para encontrar la forma correcta de hacer las cosas o las palabras más adecuadas. Seguro que tu pareja se merece que como mínimo le trates de la misma forma.
- Encuentra tu espacio
Toda pareja busca elementos en común al comenzar una relación. Es muy importante encontrarlos, porque ayudan a construir la base de dicha relación. Sin embargo, si nos centramos exclusivamente en aquellos hobbies y aficiones que compartimos, es muy probable que acabemos dejando de lado aquellos que nos hacen diferentes.
No hay nada de malo en que tú vayas a tus clases y tu chico vea el fútbol con sus amigos. De hecho, el que los dos sigáis manteniendo vuestra parcela de individualidad es muy importante pero sobre todo, necesario para vuestra salud como pareja.
- Practicar ejercicio juntos
A los múltiples beneficios que para la salud física y mental tiene la práctica deportiva, se unen las ventajas de practicar deporte juntos.
La práctica deportiva conjunta puede uniros mucho, porque os permitirá disfrutar juntos de muchos momentos de ocio divertidos. No nos referimos a que paséis horas y horas semanalmente en el gimnasio, sino a que salgáis a pasear juntos, a hacer algo de running u os iniciéis en algún tipo de baile que os guste a los dos.
- No os faltéis al respeto
Las discusiones son inevitables, y dicen que hasta saludables en toda relación, pero hay que tener mucho cuidado con las palabras que pronunciemos movidos por la ira. Piensa bien las cosas antes de decirlas y si estás tan enfadada que crees que vas a decir algo que no debes, permanece callada. Sobre todo recuerda no personalizar el conflicto ni caer en el insulto fácil. No te conduce a nada bueno decirle a tu pareja “Eres estúpido”. Dale la vuelta y en todo caso utiliza expresiones como "Lo que has hecho es una estupidez" para hacerle saber que no estás de acuerdo con su comportamiento.
- Cuídale como harías con tu mejor amiga
Cuidar de tu pareja no es sólo consolarle cuando se encuentre mal. Cuidarle significa escuchar lo que te cuenta, interesarte por su trabajo, regalarle ese libro que te dijo que le gustaría leer, comprar ese postre que le vuelve loco o dejarle solo cuando esté de mal humor y no tenga ganas de hablar con nadie. Esos pequeños detalles son los que marcan la diferencia, los que harán que te vea como su pareja, pero también como su mejor amiga y estrecharán los lazos que os unen, al tiempo que harán aumentar vuestra confianza mutua.
- Dedícale palabras bonitas
Al igual que a ti también te gusta recibir halagos, a tu pareja, aunque te lo niegue, le sucede lo mismo. Sobre todo en esos días "tontos" que todos tenemos en los que nuestra autoestima necesita un empujón extra. No te cortes en decirle lo bien que le queda ese corte de pelo, o lo mucho que le favorece el color de la camisa que lleva. Aunque no llegue a decírtelo nunca, esa clase de palabras y mimos le sentarán muy pero que muy bien.
Incluso si tienes que decirle algo que no te gusta que haga, puedes continuar usando palabras agradables. Usa la regla del tres por uno. Por cada crítica que le hagas, dile tres cosas positivas. De esa forma le harás entender que para ti sus cualidades pesan mucho más que sus pequeños defectos.