Horóscopo de Hoy

La esencia del bienestar

Todos queremos ser felices. Es la máxima de cualquier persona y para la mayoría esto pasa por alcanzar la riqueza material. Pero esta demostrado que esto no es así. La base del bienestar o de la felicidad es la riqueza personal, puesto que es la que nos permite cultivar nuestro interior, establecer prioridades y vivir con plena conciencia cada instante del día. De modo que una vez cubiertas nuestras necesidades básicas, el bienestar depende de saber explotar nuestra propia riqueza interior.

Podemos acercarnos a la esencia del bienestar cultivando nuestra riqueza personal potenciando los llamados "tres factores básicos": la extroversión (nos ayuda a que nuestras relaciones con los demás sean satisfactorias); el optimismo (nos dotará de recursos propios en situaciones de carencia) y el control sobre nosotros mismos (nos permitirá formar un estilo de vida libre y nos ayudará a disfrutar al máximo de lo que la vida nos brinda).

Estos tres factores o actitudes nos proporcionarán serenidad, confianza y un humor más estable y equilibrado con el que nos será más fácil adaptarnos al mundo y sus adversidades.
El individuo equilibrado es consciente de que si cuida su estado de ánimo será capaz de relacionarse mejor con los demás, aumentando así su felicidad. Mientras que quien depende de factores externos para ser feliz no lleva las riendas de su propia vida.

Grupo de amigos felices

No hace falta tener mucho dinero o ser rico para encontrar el bienestar. De hecho está demostrado que una vez superado el umbral de la pobreza, el incremento de la riqueza influye cada vez menos en el aumento del bienestar. Cuando la persona ya ha alcanzado lo que necesita para disfrutar de sus días, más dinero no le proporciona más felicidad.

El secreto está en disfrutar más con menos en todas las áreas de nuestra vida, apreciando lo que tenemos y quiénes somos y concediendo a las cosas la importancia real que tienen.

También disfrutaremos más si aprendemos a detenernos, es decir, a apreciar las cosas y mirar en nuestro interior y en el de los demás. Es importantísimo que aprendamos a valorar las cosas más sencillas que nos permiten sentirnos vivos, que tengamos claros cuáles son nuestros verdaderos valores y los que realmente deseamos conseguir en nuestra vida (como pueden ser el amor o la libertad).

La auténtica riqueza interior consiste en saber disfrutar de cosas que dependen de nosotros mismos, tanto si se trata de placeres activos como si se trata de placeres pasivos.
Los placeres pasivos son aquellos que emanan de los pensamientos y por tanto logramos sin necesidad de movernos. Se basan en saber eliminar el dolor y las preocupaciones, suprimir la obsesión por lograr realizar los deseos y conseguir la paz mental. Mientras que los placeres activos consisten en saber percibir activamente lo que ofrecen los sentidos deteniéndonos a apreciarlo.

Existen una serie de ideas y principios que debemos tener muy presentes para encaminarnos hacia la búsqueda de nuestro bienestar:
- No necesitamos tener todo lo que queremos, sino querer más lo que tenemos
- Debemos prescindir de lo superfluo y cultivar nuestra riqueza interior
- El tiempo mejor aprovechado es el dedicado a algo que nos produce satisfacción
- Necesitamos tener control sobre nuestros deseos, pensamientos y actos.
- Debemos apreciar el valor de la amistad sincera
- Lo importante no es lo que se tiene, sino lo que se hace y lo que se es.