Aquel que no crea que “el amor no es bello si no hay rencillas”, observe una pareja conformada por un León y un Escorpión. Interesante combinación vinculada por una extraña e increíble pasión, que suele sufrir principalmente por crisis de celos y conflictos de autoridad.
En el plano profesional, si no ocupan sectores distintos, existe el riesgo de ver chispas entre garras y aguijones. Ambos signos solares son de naturaleza fija y alimentan un deseo secreto de dominar. En realidad, en el caso del Escorpión, el deseo es secreto; en el del León es más o menos obvio, excepto cuando se trata de un Leo que sofoca su ego natural, lo cual es muy insalubre.
El Escorpión es sensible, y por tanto intuirá cuando el orgullo de Leo sea herido. Entonces será inmediatamente reconfortante y protector, si el que lo ha herido ha sido un ajeno. Pero los Leones tendrán que ser muy cuidadosos con los Escorpiones, porque cuando se enfadan, se enfadan en serio y clavarán el aguijón como represalia.
Cuando un nacido bajo el signo de Escorpio está furioso es casi imposible aplacarlo con halagos. Tampoco servirá de nada alejarse hasta que calme la tormenta. La bronca seguirá en pie cuando vuelva su contrincante, ya sea de Leo o cualquiera.
Como los Escorpiones no son muy tolerantes, la única forma segura de tratar con uno de ellos sin que nos pique consiste en tener la precaución de no hostigar a la persona regida por Plutón hasta el límite de su paciencia.
El problema es que el nativo de Leo no aceptará a menudo este consejo. Sólo los cobardes pisan con cautela cuando andan cerca de los Escorpiones. El carácter orgulloso y temerario de Leo desprecia dicha prudencia, y es probable que el León muestre su rugido y se retire de la situación (con baja probabilidad de que vuelva).
Para que una relación de pareja entre un nacido bajo el signo de Leo y un nacido bajo el signo de Escorpio funcione, deberán conocer bien sus reacciones instintivas y lograr controlarlas para no invadir el territorio del otro. De todas formas, no es por cierto una pareja que se aburra fácilmente y si las diferencias no son realmente graves, podrán resistir juntos eternamente.