¿Eres de las que no callan ni debajo del agua? ¿O de las que se les ha comido la lengua el gato? Para saber si hablas demasiado o no, guarda silencio durante cinco minutos y haz este test.
Pregunta
1
de
7
No siempre eres igual de habladora. Podemos decir que te encuentras entre estos dos perfiles:
Resultado: "UNA TUMBA"
Prefieres escuchar a hablar y detestas a esas personas que se pasan el día contando al mundo qué piensan, qué sienten y cuáles son sus gustos. En tu caso sucede todo lo contrario, y es que hasta tus mejores amigas tienen que someterte al tercer grado para conseguir que digas qué opinas sobre prácticamente cualquier tema. No es negativo que seas reservada y prefieras mantenerte en silencio, pero sí lo es si no lo haces por miedo a lo que puedan pensar los demás. Si este es tu caso, convéncete de que no hay opiniones mejores que otras sino diferentes. No pasa nada si alguien no está de acuerdo contigo, seguro que encuentras a alguien que sí lo esté.
Prefieres escuchar a hablar y detestas a esas personas que se pasan el día contando al mundo qué piensan, qué sienten y cuáles son sus gustos. En tu caso sucede todo lo contrario, y es que hasta tus mejores amigas tienen que someterte al tercer grado para conseguir que digas qué opinas sobre prácticamente cualquier tema. No es negativo que seas reservada y prefieras mantenerte en silencio, pero sí lo es si no lo haces por miedo a lo que puedan pensar los demás. Si este es tu caso, convéncete de que no hay opiniones mejores que otras sino diferentes. No pasa nada si alguien no está de acuerdo contigo, seguro que encuentras a alguien que sí lo esté.
Resultado: "RESERVADA"
Destacas por tu prudencia y jamás se te ocurriría hablar sobre algo que no sabes bien o alguien a quien no conoces. En ocasiones destacas por no decir demasiado y en otras por lo mucho que te gusta hablar, aunque eso solo lo haces con alguien con quien tienes mucha confianza. Aunque eso no quiere decir que no seas capaz de hablar con desconocidos. Para nada. Si tienes algo que decir, no tienes ningún reparo en hacerlo. Lo que detestas es hablar por hablar. Vamos, que en tu tiempo libre se te ocurren mil cosas mejores que hacer antes que tirar de teléfono.
Destacas por tu prudencia y jamás se te ocurriría hablar sobre algo que no sabes bien o alguien a quien no conoces. En ocasiones destacas por no decir demasiado y en otras por lo mucho que te gusta hablar, aunque eso solo lo haces con alguien con quien tienes mucha confianza. Aunque eso no quiere decir que no seas capaz de hablar con desconocidos. Para nada. Si tienes algo que decir, no tienes ningún reparo en hacerlo. Lo que detestas es hablar por hablar. Vamos, que en tu tiempo libre se te ocurren mil cosas mejores que hacer antes que tirar de teléfono.
Resultado: "CHARLATANA"
Te encanta hablar. Seguro que tus padres te han contado que aprendiste a decir tus primeras palabras antes que el resto de los niños de tu edad y desde entonces no has parado. Algo que probablemente haya hecho que te castiguen en más de una ocasión en el colegio. Aunque el verdadero problema no es sólo no poder dejar de hablar sino no saber distinguir entre las cosas que puedes y las que no debes contar. En todo lo que se refiere a los demás deberías ser más cuidadosa, sobre todo cuando alguien te pide que le guardes el secreto. Si continúas rompiendo tus promesas es probable que tus amigos rompan la relación contigo.
Te encanta hablar. Seguro que tus padres te han contado que aprendiste a decir tus primeras palabras antes que el resto de los niños de tu edad y desde entonces no has parado. Algo que probablemente haya hecho que te castiguen en más de una ocasión en el colegio. Aunque el verdadero problema no es sólo no poder dejar de hablar sino no saber distinguir entre las cosas que puedes y las que no debes contar. En todo lo que se refiere a los demás deberías ser más cuidadosa, sobre todo cuando alguien te pide que le guardes el secreto. Si continúas rompiendo tus promesas es probable que tus amigos rompan la relación contigo.