¿Te molesta que tus amigas te quiten el protagonismo? ¿O quizá que tu hermano siempre sea el favorito de tus padres? Averigua de una vez si eres o no una persona envidiosa con este test.
Pregunta
1
de
7
Tu nivel de envidia no es siempre el mismo:
Resultado: "DEL TODO"
Efectivamente, la envidia te corroe y deberías esforzarte seriamente por acabar con este defecto. Lo único que consigues con esta forma de ver la vida es sentirte triste porque te pasas el día queriendo ser como los demás, deseando tener lo que no tienes y lo que es peor, odiando a quien sí lo tiene. Deberías fijarte en lo que sí tienes, valorar que no todo el mundo tiene tu suerte y confiar más en ti misma. No necesitas ser como las demás sino simplemente aprender a valorarte. ¿Estás segura de saber qué cualidades tienes? Piénsalo, seguro que tienes más de una que te hacen única y diferente. Si lo ves de esta manera seguro que llegas a la conclusión de que no necesitas ser como nadie más, sino solo tu misma.
Efectivamente, la envidia te corroe y deberías esforzarte seriamente por acabar con este defecto. Lo único que consigues con esta forma de ver la vida es sentirte triste porque te pasas el día queriendo ser como los demás, deseando tener lo que no tienes y lo que es peor, odiando a quien sí lo tiene. Deberías fijarte en lo que sí tienes, valorar que no todo el mundo tiene tu suerte y confiar más en ti misma. No necesitas ser como las demás sino simplemente aprender a valorarte. ¿Estás segura de saber qué cualidades tienes? Piénsalo, seguro que tienes más de una que te hacen única y diferente. Si lo ves de esta manera seguro que llegas a la conclusión de que no necesitas ser como nadie más, sino solo tu misma.
Resultado: "A VECES"
No siempre te dejas llevar por la envidia, pero sí que te sucede de vez en cuando. A veces te ocurre que te dejas llevar por la envidia (especialmente hacia tu hermano o hermana) y te molesta que sea tratado de un modo distinto al que lo eres o fuiste tú. Pero este tipo de situaciones, son las menos. En general sabes ser feliz con lo que tienes (lo cual no es fácil para todo el mundo) y ni mucho menos te enfadas porque alguien pueda tener algo que a ti te resulte inalcanzable. Todo lo contrario, si se trata de un amigo te alegras mucho por él aunque también es cierto que por unos segundos te gustaría estar en su piel. Puedes estar tranquila, no eres la clase de chica a la que la envidia le domina por completo.
No siempre te dejas llevar por la envidia, pero sí que te sucede de vez en cuando. A veces te ocurre que te dejas llevar por la envidia (especialmente hacia tu hermano o hermana) y te molesta que sea tratado de un modo distinto al que lo eres o fuiste tú. Pero este tipo de situaciones, son las menos. En general sabes ser feliz con lo que tienes (lo cual no es fácil para todo el mundo) y ni mucho menos te enfadas porque alguien pueda tener algo que a ti te resulte inalcanzable. Todo lo contrario, si se trata de un amigo te alegras mucho por él aunque también es cierto que por unos segundos te gustaría estar en su piel. Puedes estar tranquila, no eres la clase de chica a la que la envidia le domina por completo.
Resultado: "PARA NADA"
¿Envidia? Ni siquiera sabes lo que significa esa palabra. Tu eres feliz con tu vida, con tu aspecto y con lo que posees. Es cierto que quizá cambiarías algo, tienes ambiciones y aspiras a mejorar tu vida consiguiendo quizá cosas que aún no posees, pero el hecho de que los demás sí lo tengan no te genera ningún tipo de odio o enfado. ¿Por qué habría de hacerlo? Todo lo contrario. Si se trata de un buen amigo te alegrarás como si fueses tú misma, y si se trata de un desconocido te alegrarás igualmente. Para ti no hay nada mejor que ver a la gente que te rodea feliz. Tú para serlo, no necesitas mucho y ahí precisamente radica la clave de tu éxito.
¿Envidia? Ni siquiera sabes lo que significa esa palabra. Tu eres feliz con tu vida, con tu aspecto y con lo que posees. Es cierto que quizá cambiarías algo, tienes ambiciones y aspiras a mejorar tu vida consiguiendo quizá cosas que aún no posees, pero el hecho de que los demás sí lo tengan no te genera ningún tipo de odio o enfado. ¿Por qué habría de hacerlo? Todo lo contrario. Si se trata de un buen amigo te alegrarás como si fueses tú misma, y si se trata de un desconocido te alegrarás igualmente. Para ti no hay nada mejor que ver a la gente que te rodea feliz. Tú para serlo, no necesitas mucho y ahí precisamente radica la clave de tu éxito.