Horóscopo de Hoy

Saca lo mejor de ti

Toda persona es un ser completo, creativo y lleno de recursos. Esto no significa que todos sirvamos para todo, pero sí que todos servimos para algo. Todos tenemos por tanto un talento natural. Dicho talento nos hace merecedores de admiración, aunque no siempre somos conscientes de que disponemos de él y por este motivo no le sacamos partido como deberíamos. Pero está ahí y es precisamente lo que nos hace únicos e irrepetibles.

Para identificar cuál es nuestro talento es necesaria la observación de uno mismo. Tenemos que pensar qué nos hace especiales, en qué obtenemos buenos resultados y no dejarnos llevar tanto por la razón para localizar ese don, sino por más bien por los momentos de alegría que hemos vivido. Puede ser nuestra forma de reír, nuestros buenos consejos, etc. Una vez hayamos localizado ese don deberemos aceptarlo con lo que comporte, ponerlo en práctica de forma responsable y compartirlo.

La mejor forma de descubrir ese potencial interior es experimentando vivencias y situaciones nuevas que nos mantengan activos mentalmente y que supongan retos para nosotros. No es necesario estar constantemente cambiando de trabajo, sino que algo tan común como pueda ser aprender un idioma, puede ser una experiencia enormemente gratificante que nos permitirá nuestra expansión personal.

Mujer feliz

Pero el problema reside en que según nos hacemos mayores perdemos el interés por experimentar y tendemos a instalarnos en la rutina (es muy fácil quedarse en una situación cómoda y que nos lo den todo hecho, pero así ni nos enriquecemos nosotros ni a la gente que está a nuestro alrededor), poniendo barreras a ese talento que poseemos. Las razones por las que ponemos esas barreras son muchas: fracasos anteriores, falta de apoyo de nuestro entorno más cercano, acomodamiento a una rutina placentera en la que nos cuesta mucho cambiar... Sucede a veces que hasta que no nos vemos en la necesidad de sacar esa habilidad para afrontar una nueva situación que surge en nuestra vida, no sabemos que tenemos dicha habilidad.

Trabajar el crecimiento personal es otra forma a través de la cual podemos descubrir y entender nuestro potencial, por lo que todos los esfuerzos que hagamos en este sentido, obtendrán su recompensa.

Pero nuestra cultura occidental se basa en imitar modelos ajenos y está poco acostumbrada a reflexionar sobre uno mismo. Enseguida aparecen miedos y creencias limitantes. El más común es el miedo a arriesgar y a equivocarse. Debemos concienciarnos de que si algo no sale bien, por lo menos lo habremos intentado y siempre habremos ganado en experiencia. Además, un fracaso ayuda siempre a replantear nuestro camino.

El camino del crecimiento personal no se detiene, tanto si aprovechamos el tiempo como si lo perdemos. La vida de cada uno tendrá sentido cuando nos reconciliemos con lo que somos y en base a ese descubrimiento establezcamos nuestros objetivos.

Debemos trabajar por ser nuestra mejor versión, por orientar nuestra energía a potenciar lo bueno que tenemos con el fin de sentir la satisfacción y serenidad de que somos nosotros quienes estamos llevando las riendas de nuestra vida. De esta forma, si nos centramos en potenciar lo que ya somos, descubriremos cosas que siempre nos han pasado inadvertidas y que son los fundamentos para construir una vida plena y llena de satisfacción.

En este proceso de crecimiento personal nos ayudará mucho disponer de una serie de herramientas como: conocernos bien, tener confianza en uno mismo, tener voluntad y valor, ser positivos… pero sobre todo saber de qué herramientas personales disponemos.