La noche del 30 de abril al 1 de mayo se celebra la festividad del Walpurgis.
En su origen esta fiesta celebraba el renacimiento de la diosa Natura, la madre Tierra, ya que se consideraba que en esta fecha era el momento en que la naturaleza mostraba todo su esplendor.
Se cree que ésta es una noche mágica con tanto poder como la de San Juan. Antiguamente se pensaba que en la noche de Walpurgis los poderes mágicos andaban sueltos y por ello el poder de brujas y hechiceros se encontraba especialmente acentuado.
Los romanos rendían homenaje a Plutón, dios del inframundo, la noche del 30 de abril.
Según el mito romano, Plutón raptó a Proserpina, hija de Ceres, diosa de los cereales y de la tierra, y del dios Júpiter. La desesperación de la diosa Ceres por recuperar a su hija fue tan grande que hizo que las cosechas dejaran de brotar y todo suelo cuanto pisara se convirtiera en desierto.
Los hombres suplicaron a Júpiter que hiciera lo posible para liberar a Proserpina y conseguir que sus campos volvieran a ser fértiles y éste finalmente intercedió. El acuerdo al que llegó con Plutón por la liberación de la joven fue que ésta pasaría seis meses al año en el inframundo con él, volviendo a la tierra los tres meses restantes produciendo consigo el estallido de la primavera.
Este es el motivo de que se empezara a vincular la noche de Walpurgis con peligrosas fuerzas mágicas. Pero más que para atraerlas, la noche de Walpurgis parece que sirvió precisamente para todo lo contrario. En esta noche se realizaban numerosos rituales para expulsar las fuerzas del mal.
Hoy en día esta festividad tiene un matiz lúdico parecido al de Halloween, aunque en países como la República Checa continúa manteniéndose la costumbre de encender hogueras. En otros lugares como Alemania, se siguen dejando flores y crucifijos en las puertas de las casas como se hiciera antiguamente para protegerse de las brujas.
Puesto que se trata de una fecha mágica, podemos utilizarla para realizar un ritual con el que atraigamos el amor o cualquier otro deseo positivo a nuestra vida.
Ritual de Walpurgis
Para realizarlo necesitaremos una vela rosa, una roja y una verde, una flor blanca, una roja, una amarilla, una azul o violeta, una verde, una naranja y una de color oscuro. Además también necesitaremos hilo de color verde, incienso y una caja de cerillas.
Si es posible, para realizarlo nos situaremos junto a la orilla del mar o de un río. Haremos un triángulo con las tres velas lo suficientemente grande como para meter en su interior nuestras manos y el resto de los materiales. Cuando lo hayamos hecho, encenderemos las velas y el incienso y diremos mentalmente:
Poderes de la diosa de la Primavera, fuerzas de la vida que resurgís tras la muerte del invierno, ¡acudid a mi llamada! Responded a mi canto a la vida y haced que el amor venga a mí, haciendo florecer mi corazón tal como la diosa hace florecer su verde manto en múltiples colores.
Lo siguiente que haremos será coger la flor blanca y diremos:
Cogeremos la flor roja, la ataremos al tallo de la flor blanca con el hilo verde y diremos:
Cogeremos la flor amarilla, la ataremos al tallo de la roja y diremos:
A continuación cogeremos la flor azul o violeta y la ataremos a la flor amarilla. Después diremos:
Tomaremos la flor verde, la ataremos a la anterior y diremos:
La sexta, será la flor de color oscuro, que ataremos a la quinta y diremos:
Para finalizar cogeremos la flor naranja y la ataremos a la flor de color oscuro. Seguidamente diremos:
Terminaremos nuestro ritual atando la flor naranja a la flor blanca de forma que hagamos una corona de flores. Cogeremos la corona con nuestras manos y las levantaremos hacia la Luna diciendo:
Por último, arrojaremos la corona al agua y dejaremos que las velas y el incienso se consuman por completo. Si no hemos podido realizar el ritual junto a un río o el mar, depositaremos la corona de flores sobre la tierra de un parque, bosque o jardín.