Horóscopo de Hoy

Los sueños

Pasamos una tercera parte de nuestras vidas durmiendo y diariamente una quinta parte del tiempo que dormimos, lo hacemos soñando. Hay quien lo niega y afirma que no sueña o que lo hace en blanco y negro, pero estudios afirman que esto no es cierto y que todo ser humano sueña y lo hace en color, lo que sucede es que no siempre lo recordamos.

Entre quienes lo recuerdan hay un interés creciente por tratar de desentrañar esas imágenes a menudo inconexas que dominan nuestros sueños. Este interés no es nuevo, y fueron muchas las civilizaciones que se plantearon la interpretación de los sueños.

Civilizaciones como la babilonia en el año 4.000 a. C ya creía que los sueños contenían mensajes de los dioses. Los egipcios llegaron a crear guías para sistematizar la interpretación de los sueños (que consideraban, contenían mensajes tanto de los dioses como de los espíritus malignos) mientras que los griegos construyeron más de trescientos templos para utilizarlos como oráculos oníricos. En ellos los mortales se sometían al poder de Hipnos, el dios del sueño. Cuando se dormían creían que el dios Morfeo podía comunicarse con ellos para transmitirles sus advertencias y profecías en sus sueños

Siglos más tarde, concretamente entre finales del XIX y principios del XX, el neurólogo Sigmund Freud revolucionó al mundo con su teoría onírica sobre la interpretación de los sueños. Freud consideraba los sueños la puerta de acceso al subconsciente. Consideraba los sueños la realización de deseos o expresiones de ideas reprimidas que se abrían paso hasta nuestra conciencia cuando nuestros egos estaban relajados durante el sueño. Creía firmemente que soñar era lo que nos permitía dormir, ya que evitaba que nuestros deseos y anhelos nos despertaran.

chica durmiendo

El psicólogo suizo Carl Jung trabajó con Freud pero se desvinculó de la insistencia de Freud en el contenido sexual subyacente de los símbolos oníricos. Jung desarrolló su "teoría sobre el inconsciente colectivo" por la que afirmaba que la mente contenía una gran reserva de símbolos, imágenes y arquetipos a la que todo el mundo acude en sus sueños.

Hasta entonces la ciencia no había sido capaz de demostrar que el hecho de soñar no fuera algo puntual, pero esto cambió cuando en 1953 se descubrió el sueño REM (Rapid Eye Movement , es decir, movimientos oculares rápidos), una fase del sueño que se produce durante una misma noche varias veces, en la que actividad cerebral, los niveles de adrenalina, el pulso y el consumo de oxígeno son parecidos a los que tenemos cuando estamos despiertos y es cuando se producen los sueños más visuales.

Desde entonces se ha demostrado que los sueños proporcionan indicios sobre nuestra salud psicológica y física. Aunque a primera vista pueden parecer confusos y aleatorios, puesto que el lenguaje onírico que utilizan es complicado y está lleno de metáforas visuales, poseen una gran riqueza de significado, que puede ser muy amplia.

El primer paso para poder interpretar nuestros sueños es saber que no hay ninguna verdad absoluta. Existe mucha bibliografía sobre ello pero cada uno es el mejor juez de sus propios sueños. Solo tiene que tratar de ir más allá de la literalidad de su propio sueño, pues por lo general los objetos, acciones y lugares con los que soñamos son en realidad símbolos que nos hablan de nosotros, de nuestros desos, frustraciones, esperanzas y aspiraciones.

Interpretación de los sueños más comunes.