Horóscopo de Hoy

Libérate de tus culpas

Sentirnos culpables es algo muy frecuente cuando somos niños pero cuando somos adultos, aunque nos arrepentimos de otras cosas, la culpabilidad no desaparece. Como adultos muchas de nuestras culpas surgen como consecuencia de la presión social y de la cultura a la que pertenecemos.

Pero la culpabilidad puede llegar a ser peligrosa pues a menudo es el centro de la depresión. Quien tiene esta enfermedad cree que todo es culpa suya y no es capaz de relativizar sus problemas y de ver que el azar y las circunstancias intervienen siempre en la forma en que se resuelve una situación.

Algunos psicólogos y terapeutas han establecido distintos perfiles de "culpables contemporáneos" con el fin de analizarlos y proponer una solución para salir de esa culpa y encontrar la paz.

- La madre sola que trabaja y ve poco a sus hijos: su principal culpabilidad es que al estar sola, no puede ofrecer a sus hijos el modelo clásico de familia. Por otro lado en cuanto surge un mínimo problema con sus hijos (malos resultados académicos, mal comportamiento) tiende a hacerse responsable de éste. A estas madres les suele dar miedo que sus hijos piensen que no les quieren lo suficiente o que no las consideren buenas madres porque pasan poco tiempo con ellos. Pero ahí está su contradicción. En la mayoría de los casos necesitan trabajar mucho o incluso simultanear dos trabajos para que sus ingresos puedan mantener a la familia. Esta situación puede desembocar en una bajada de autoestima de la madre, una conducta agresiva, o por el contrario, una actitud excesivamente compasiva con sus hijos.
La forma de salir de esta situación es, primero reafirmándose en los motivos que le llevaron a decidir separarse de su pareja. Lo siguiente sería entender que lo mejor para los niños no es sobreprotegerlos y empezar a mostrarles confianza delegando en ellos algunas tareas domésticas.

Mujer que se siente culpable

- El trabajador que carece de ambición profesional: hay personas que no tienen la ambición profesional que la sociedad impone. En el fondo llevan la vida que han elegido, tranquila, sin sobresaltos, pero aún así se sienten culpables.
Para dejar esta culpabilidad atrás es bueno buscar pequeñas metas concretas y accesibles para autoestimularse y recuperar algo de confianza en ellos mismos.

- Los padres que creen que han perdido el control de sus hijos: esta situación provoca además de culpabilidad en los padres, una gran angustia y a veces incluso una obsesión. La clave está en cambiar la forma de relacionarse con su hijos (aconsejados por un terapeuta). Por otro lado, también es importante la forma en que se relacionan los padres entre sí, o por la forma en que se comportan individualmente. Si no son capaces de mostrarse seguros, esto acabará repercutiendo negativamente en sus hijos. Los padres han de mostrarse ante los ojos de sus hijos como personas en quienes pueden confiar, que les permiten expresar su opinión y no están constantemente reprimiendo sus emociones.

- El adulto que se culpa por no poder atender a sus padres mayores: es frecuente, especialmente cuando se trata de personas mayores dependientes, que los hijos decidan ingresarlos en una residencia. Una situación que acaba produciendo culpabilidad para los hijos aunque sepan que no disponen de tiempo o de medios adecuados para atender a sus padres. Se sienten como si los estuvieran abandonando, cuando a veces es mejor para su calidad de vida que sean atendidos por profesionales. La clave para dejar atrás esta culpabilidad está en hacer que el tiempo que pasen con sus padres sea un tiempo de calidad, esforzándose por demostrarles lo que sienten por ellos, pues es perfectamente posible demostrar amor sin que exista una cercanía física.