El subconsciente es uno de los grandes misterios de la humanidad. La psicología y el piscoanálisis utilizan este término para referirse a lo inconsciente, es decir, aquello que se encuentra por debajo del umbral de la conciencia y por ello resulta muy difícil acceder a él.
Expertos en estas materias afirman que nuestra mente subconsciente es mucho más poderosa que nuestra mente consciente y que por ello es capaz de llevar a cabo todas nuestras órdenes sin cuestionar nuestros juicios.
La mente subconsciente solo piensa en imágenes, nunca en palabras o en conceptos abstractos. No razona ni puede tomar una decisión por sí sola, pero recoge la información de tu mente consciente exactamente tal y como ella se la ha dado. Tal y como nosotros se la damos, en definitiva.
Por eso si nos vamos a dormir con un problema rondándonos la cabeza o pensando en algo que nos preocupa, la imagen que proporcionaremos a nuestro subconsciente será negativa y puesto que su función consiste en materializar la imagen que le sea proporcionada, solo conseguiremos seguir teniendo preocupaciones y problemas. Es importantísimo proporcionar a nuestro subconsciente a través de la visualización una imagen positiva con la que pueda trabajar.
El subconsciente no distingue entre una experiencia real y una imaginaria, por eso si le damos una imagen de un hecho feliz, en lugar del hecho desagradable que estamos tratando de olvidar, él creerá en esa imagen y la materializará. Debemos confiar en la imagen que proporcionamos a nuestro subconsciente. Debemos visualizarla como si ya tuviésemos aquello que deseamos. Nuestra mente es como un proyector de cine, sólo puede proyectar la imagen que ha sido cargada en él.
La visualización no es fácil, y desde luego no produce efectos inmediatos en nuestra vida cotidiana, por ello es importante no desanimarse en la práctica y continuar intentándolo. Hay a quien le sucede que no consigue sus objetivos porque tampoco es capaz de visualizar una imagen clara ya que no sabe lo que quiere. Cuanto más completa sea la imagen que seamos capaces de ver en nuestra mente, mucho mejor.
Escuchar grabaciones subliminales con mensajes positivos (por ejemplo, "Confío en mi mismo" o "Me merezco lo mejor") puede ser una buena forma de conectar con la mente subconsciente. Nuestra mente consciente oirá solamente la música o el sonido de las olas del mar, pero la mente subconsciente formará imágenes a partir de ese mensaje que está oculto.
La meditación y la relajación también nos ayudan considerablemente sintonizar con nuestro subconsciente, permitiéndonos así visualizar imágenes positivas que nos permitan modificar nuestra vida cotidiana, dejar a un lado el estrés y ganar una serena confianza en nosotros mismos.