Horóscopo de Hoy

Disfruta de tu maternidad

La maternidad es una fase muy importante en la vida de todo ser humano. De hecho es el único animal que cuida y alimenta a su descendencia durante tanto tiempo. De la forma en que ese bebé sea tratado dependerá la forma en la que a su vez éste trate a sus hijos llegado el momento.

En otros tiempos la maternidad no era percibido como una carga, sino como un bien en sí mismo, como un placer, algo agradable de por sí. Pero en los tiempos que corren parece haberse impuesto el mito de la madre abnegada y sacrificada. Se admira el éxito profesional pero cuando se trata de cuidar a un niño, se tiende a pensar que la madre que dedica a esto su tiempo lo hace por obligación, que ha renunciado a sus prioridades y deseos. Ser madre es interpretado como un sacrificio personal pero esto no es así. No necesitas sacrificartesino solo disfrutar.

En la maternidad, el contacto físico juega un papel muy importante. Parece demostrado que las mujeres que una vez que han dado a luz, tienen contacto directo con sus hijos durante las primeras horas, aguantan mejor el dolor, tienen menos problemas con la lactancia y se sienten más seguras. Esto hace que la madre se sienta más cómoda y feliz con su hijo, le sonría y le hable más. A su vez, esto hará que el bebé llore menos y duerma más tranquilo, al igual que también lo hará la madre.

Madre e hijo durmiendo

Aunque cada paso que da la madre en el trato con su bebé facilita el siguiente, no lo determina, y en cualquier momento puede producirse un cambio. Ese tipo de cambios pueden darse como consecuencia de la presión social.
Padres, familiares y todas las personas del entorno más cercano tienden a opinar sobre la forma en que cada madre debe gestionar la relación con su hijo. "No lo cogas en brazos", "No le dejes que duerma en tu cama o se acostumbrará" o "Déjale que llore" son algunos de los consejos que tiene que oír. Este tipo de normas (absurdas) solo sirven para separar a madre e hijo y generar desconfianza mutua.

No te sacrifiques ni por cómo te dicen que deberías cuidar a tus hijos, ni por ellos, porque ser madre no implica renunciar a ser uno mismo. Si lo haces solo lograrás acumular resentimiento, del que serás consciente cuando ya haya dejado de ser un bebé y no tenga remedio.

En su lugar, lo mejor que puedes hacer es criar a tu hijo con amor, para lo que puedes seguir una serie de consejos:

- Establece prioridades
Cuestiónate si es tan importante y necesario ponerte a hacer otra cosa que no sea abrazar a tu bebé.
- Vuelve a tu infancia
Conecta con la niña que llevas dentro. Trata de recordar tus sentimientos, tus miedos, tus alegrías y tus esperanzas.
- Duerme con tu bebé
Si te da miedo que el bebé se caiga de la cama, puedes dejar el somier directamente en el suelo. También puedes ampliar el tamaño de tu cama añadiendo un colchón al lado.
Hacia los dos o tres años es cuando los niños empiezan a poder dormir solos, pero depende del niño. Para convencerle de que puede hacerlo, contándole un cuento o durmiendo con él hasta que se duerma.
- Si no quiere caminar…
Los niños empiezan a caminar hacia el año o año y medio. Pero una cosa es caminar en casa y otra en la calle de la mano, lo cual no suelen hacer hasta los tres años. Por lo que la solución no está en forzarlos, sino en llevarlos en brazos, en cochecito o en una mochila si te resulta más cómodo.
- Descansa cuando lo necesites
Si te sientes cansada o agobiada, no tengas reparos en pedirle a su padre o a la abuela que se lleve a tu hijo un par de horas para que puedas descansar o dormir.
- Sigue a tu instinto
No dependas de los comentarios de los demás pues a menudo solo te harán infeliz. Sigue a tu instinto y tu hijo y tú saldréis ganando.