La vida sedentaria y la contaminación provocan la aparición de toxinas en nuestro cuerpo. Pero aunque este dispone de órganos como los riñones, los intestinos, la piel y los pulmones para eliminarlas, si la cantidad es muy grande, no pueden hacerlo y es cuando aparece la toxemia, o lo que es lo mismo, que nuestra sangre se llene de toxinas.
Para facilitar a nuestro cuerpo la tarea de desintoxicación conviene mantener una higiene adecuada para favorecer la transpiración, practicar ejercicio físico con regularidad para oxigenar el organismo y alimentarse adecuadamente a base de frutas y verduras frescas. La primavera es la mejor época para llevar a cabo curas a base plantas y frutas.
CURAS CON PLANTAS MEDICINALES
Hay muchas plantas que crecen en esta estación (como el diente de león, la ortiga, el abedul, las especies del berro, el endrino o las margaritas) y tienen el poder de eliminar las sustancias impuras del organismo. Además, las plantas medicinales ingeridas a través de infusiones permiten suministrar al cuerpo la cantidad de líquido que éste necesita y que se encuentra alrededor de los tres litros al día. Si no ingerimos una cantidad suficiente de líquidos, las toxinas del ambiente y los productos de desecho de los procesos metabólicos no pueden ser eliminados adecuadamente, por lo que acaban depositándose en los tejidos produciendo a su vez dolencias como estreñimiento, flatulencias, pérdida de elasticidad del tejido, aparición temprana de arrugas, etc.
Las mejores plantas a utilizar como zumo en una cura de primavera son: la ortiga, que depura la sangre; el diente de león, que estimula la actividad biliar; el llantén menor, combate las infecciones; la alcachofa, reduce el nivel de colesterol y depura el hígado; el ajo ursino, reduce el nivel de colesterol y previene los procesos escleróticos; el abedul, elimina la acumulaciones; la borraja, que tonifica el sistema nervioso y el berro, que depura la piel.
Para preparar el zumo de estas plantas, conviene hervirlas y dejarlas en reposo. Después, es recomendable mezclar ese zumo con otros de verdura o de fruta; zanahoria, remolacha, col fermentada, manzana o pera.
CURAS CON FRUTAS
Las frutas son especialmente eficaces para desintoxicar el organismo puesto que son hidratantes, desinfectantes, diuréticas y además facilitan la digestión.
Las curas de frutas primaverales se pueden llevar a cabo de dos maneras: o tomando una sola clase de fruta durante uno o varios días o bien alternando varios tipos de frutas.
Esta cura se ha de hacer una vez por semana como mínimo y la cantidad recomendada para cada fruta se debe distribuir en cuatro comidas. Podemos hacer curas de frutas a base de fresas, naranjas, limones, albaricoques, ciruelas y melocotones.
- Cura de fresas: se empieza por 300 - 500 gramos diarios y se puede llegar a dos kilos diarios. Es muy desintoxicantes y con ella desaparecen urticarias, erupciones cutáneas y mejoran los casos de estreñimiento y reumatismo.
- Cura de naranjas: Además de desintoxicar nuestro cuerpo tiene la ventaja de aumentar la cantidad de vitamina C en nuestro organismo, algo clave ya que en primavera se suele experimentar una sensación de fatiga física y mental que responde a una falta de vitamina C.
Se puede tomar hasta 3 kilos de naranjas a diario. Esta cura es especialmente recomendable para los enfermos de hígado y de estreñimiento así como para estimular el desarrollo óseo de los niños ya que su abundante cantidad de ácido cítrico ayuda a la fijación del calcio en los huesos.
- Cura de limones: Ha de llevarse a cabo con moderación porque si se lleva a cabo durante muchos días puede producir desmineralización del organismo por arrastre excesivo del calcio de los huesos. No está recomendada en personas con anemia, o nerviosos puesto que acentúa la irritabilidad.
Es idónea para los enfermos de artritis porque el zumo de limón transforma el carbónico de la sangre en carbonatos y actúa como elemento alcalinizador o vasificante sobre las toxinas del metabolismo proteico.
Pero además de a través de las dietas, debemos saber que podemos desintoxicar el organismo de otras formas como a través del baño con arcilla, bebiendo líquidos en abundancia y practicando ejercicios de yoga y relajación.