Es la sexta constelación del zodiaco y la segunda en superficie. Pero a pesar de esto la mayoría de las estrellas que forman la constelación de Virgo tienen poca definición.
La única excepción es Spica (La Espiga), la estrella más brillante de la constelación con una magnitud de 1,0 y que se encuentra situada a 260 años luz.
La constelación de Virgo limita con las de Leo, Coma Berenices, Bootes, Serpens Caput, Libra, Hydra, Corvus y Crater.
Estrellas principales:
- Spica (La Espiga): de color azul-blanquecino, su brillo es de magnitud 1,0. Señala el ramo de trigo en la mano izquierda de Virgo.
- Zavijava: esta estrella es de color amarillo pálido y su brillo es de 3,8. Su nombre significa en árabe "esquina".
- Porrima: se trata de una estrella doble con prácticamente igual brillo, 2,8, y que es de color amarilla-blanquecina.
- Vindemiatrix: es una estrella amarilla que posee un brillo de 2,8. Apunta a el brazo derecho de Virgo en el que la muchacha lleva un manojo de hojas de palmera. Su nombre significa en latín "vendimiadora". En astrología se cree que esta estrella trae mala suerte.
Otros datos de interés sobre la constelación de Virgo:
- Astrónomo que la descubrió: Claudio Ptolomeo.
- Posición en la bóveda celeste: Ecuatorial y Zodiacal.
- Superficie del cielo que ocupa: 1294 grados cuadrados.
- Número de orden según su tamaño: 2.
- Latitud desde la que es visible: Todo el mundo.
Mitología:
La cultura asirio-babilónica la asociaba con la diosa Ishtar, también llamada Astarté, diosa sajona de la fertilidad y de la primavera. Uno de los mitos relacionados con Ishtar cuenta que ésta bajó al infierno para recuperar a su difunto amante Tammuz, el dios de las cosechas. Pero lo único que consiguió fue quedar atrapada allí y su tristeza provocó tales desastres en la Tierra que los dioses tuvieron que dejarla en libertad.
La mitología griega en cambio la relaciona con la diosa Deméter. Ésta, diosa de la tierra, estaba muy unida a su hija Perséfone, a quien el dios del inframundo Hades, raptó repentinamente y se llevó con él al infierno. Esto le provocó una gran tristeza y le hizo recorrer el mundo desesperada hasta que llegaba la primavera, momento en que Perséfone regresaba a la tierra, pero sólo hasta que llegaba el invierno.