Horóscopo de Hoy

Cómo escuchar a los demás

Todos necesitamos que nos escuchen, especialmente en aquellos momentos en que nos sentimos tristes, ansiosos, confusos o heridos y en los que somos incapaces de encontrar una solución a nuestros problemas por nosotros mismos. Al hablar con alguien estamos verbalizando nuestros sentimientos, y esto hace que podamos contemplar nuestros problemas desde una cierta perspectiva y nos sintamos mejor. Pero al igual que buscamos que nos presten atención a través de la escucha, otras veces son los demás quienes acuden a nosotros en busca del mismo favor.

Escuchar, no equivale en ningún caso a oír y de ahí que sea más complicado de lo que parece ser un buen "escuchador". Hay quien en lugar de escuchar, se dedica a oír y a contestar hablando de sí mismo siendo incapaz de conectar con la situación que su interlocutor le plantea. También hay quien asume como propias las preocupaciones ajenas hasta tal punto que es incapaz de ayudar de verdad a su interlocutor. Ambas actitudes no sirven de nada positivo, y lo único que harán será generar mayor confusión en la persona que expone sus sentimientos o problemas.

Con voluntad y empeño podemos aprender a escuchar de verdad y beneficiarnos de ello convirtiéndonos en un valioso tesoro para nuestra pareja y nuestros amigos.

Aprender a escuchar es muy importante

Claves para aprender a escuchar a los demás:
- Partir de una actitud receptiva y abierta a la comprensión. Es probable que nuestro interlocutor tenga dificultad para explicarse, o que a nosotros nos cueste entender una situación que nos es ajena. Una predisposición positiva hacia su comprensión nos ayudará en esta tarea. Esto incluye, por ejemplo, evitar distraerle.
- Debemos ser capaces de escuchar "entre líneas" captando las palabras que se hallan ocultas en el discurso de nuestro interlocutor. De esa forma, por ejemplo, podremos ayudarle a encontrar las palabras adecuadas para expresar sus pensamientos.
- Debemos ser capaces de mantener cierta distancia de los conflictos que nos plantee nuestro interlocutor. Es común que cuando alguien nos plantea una situación negativa por la que ya hemos pasado o que nos recuerda a una vivencia similar, adoptemos un punto de vista muy severo y esto es un error. Lo que debemos hacer es tratar de ofrecerle una opinión serena y objetiva tras haberle escuchado de forma atenta y respetuosa, ofreciéndole soluciones factibles entre las que pueda elegir para solucionar su problema.
- Es muy importante que seamos capaces de ser sinceros y objetivos en nuestras reflexiones sin temor a ser duros, si es necesario. Duros no significa crueles, sino capaces de enfrentar al interlocutor con una realidad que quizá le cueste aceptar.
- Evitaremos emitir juicios tajantes y cerrados. Responder a nuestro interlocutor "esto no está bien" o "en esto no llevas razón" no es constructivo. Nuestro interlocutor necesita que le ayudemos a evaluar en profundidad aquellas dudas o miedos que nos plantea.
- Estaremos dispuestos a esforzarnos, pues ser un "buen escuchador" requiere tiempo, voluntad y empeño.