Se llama cartomancia a la técnica que utiliza los naipes para predecir el futuro.
El origen de los naipes como juego está en la antigua China, donde utilizaron un conjunto de tabletas de marfil. Posteriormente, hacia el año 1300, ya existía en Europa un conjunto de cincuenta y dos cartas numeradas a partir de las cuales y con el tiempo surgirían distintos tipos de barajas como la del póquer o la de tarot.
Pero en este momento aún se desconocía el poder adivinatorio de las cartas. Fue más tarde, con la llegada de los gitanos al centro de Europa, cuando se supo de la capacidad que tenían las cartas para adivinar el futuro. La imaginación de los fabricantes de distintos países hizo que a mediados del siglo XVIII aparecieran distintos tipos de barajas que con el tiempo fueron evolucionando hasta alcanzar la forma con que las conocemos hoy en día.
Puesto que la baraja de póquer es una de las más internacionales que existe, nos vamos a centrar en la forma de utilizarla para que sus cartas nos digan qué ocurrirá en el futuro.
La baraja de póquer o baraja francesa está formada por cincuenta y dos cartas divididas en cuatro palos: picas, tréboles, corazones y diamantes. Cada uno de ellos consta de diez cartas del uno al diez y tres figuras: sota, reina y rey. A éstas se añaden también dos comodines, que de alguna forma representan a la carta de El loco en el Tarot.
Podemos utilizar las cartas de póquer para adivinar nuestro futuro de diferentes formas entre las que se encuentran el método del "sí" o "no" y la "pirámide del amor".
Método del "sí" o "no"
Nos retiraremos a un lugar tranquilo con las cartas y nos sentaremos en una mesa.
Antes de realizar la pregunta apartaremos los comodines, barajaremos las cartas y mientras cortamos con la mano izquierda, formularemos mentalmente nuestra pregunta.
Volveremos a coger el mazo de cartas y las iremos colocando una a una sobre la mesa boca arriba. Prestaremos atención al momento en que salgan dos cartas concretas: el nueve de corazones (la carta del deseo) y el diez de picas (la carta de la decepción). Si sale primero el nueve, significa que la respuesta a esa pregunta que hemos hecho es “sí”. Mientras que si por el contrario aparece antes la carta del diez de picas, la respuesta es negativa.
Este método tiene otra versión que también podéis probar. En este caso hay que empezar igual: barajando las cartas, cortando con la mano izquierda y formulando mentalmente nuestra pregunta. Después lo que haremos será revolverlas sobre la mesa sin darles la vuelta. Al azar escogeremos siete. Les daremos la vuelta a éstas y sumaremos su valor. Si son cartas del uno al nueve, sumaremos lo que indiquen. Si son otro tipo de cartas (como por ejemplo la sota o el rey), no sumaremos nada.
Si el resultado que obtenemos es siete, nueve o cualquiera de sus múltiplos, la respuesta es "sí". De lo contrario, la respuesta será "no".
Pirámide del amor
Podemos utilizar este método para saber qué nos sucederá en el amor próximamente. Para ello barajaremos las cartas, cortaremos con la mano izquierda en tres montones y haremos una pirámide que tenga una carta en la punta, dos en la segunda fila, tres en la tercera, cuatro en la cuarta y así sucesivamente hasta llegar a las siete en la base de la pirámide.
Nos fijaremos en uno de los lados de la pirámide y cogeremos las siete cartas que lo forman.
Las colocaremos boca arriba en la mesa. En función del palo que predomine entre ellas, nuestro destino será uno u otro.
Corazones: vivirás momentos de mucha pasión en el amor, que harán que te olvides de cualquier otra cosa que tengas en la cabeza.
Diamantes: se avecinan emociones, encuentros incitantes y diversión asegurada.
Picas: parece que no habrá mucho futuro con esa persona que te interesa pese a las promesas que pueda hacerte.
Tréboles: no tendrás demasiada suerte en el amor, lo que por otro lado, podría atraer a la fortuna.