La vela azul rige las relaciones con la persona amada en general. Simboliza uniones, reconciliaciones, pasiones, celos, amor y desamor. Por lo que es la vela más indicada para las decepciones amorosas o los problemas familiares o amistosos.

Junto con esto representa también el placer de vivir, impulsando a la persona hacia delante de forma alegre y satisfactoria. Con respecto a la salud, tiene capacidad para proteger el cerebro, la nuca, las cuerdas vocales, los dientes, la lengua, la garganta y el paladar.

Es la vela de Tauro y Libra, símbolo el primero del bienestar material y del equilibrio entre lo sentimental y la razón el segundo. Ambos signos están regidos por Venus, planeta correspondiente a la vela azul relacionado con el amor y la amistad.

A la hora de utilizar la vela azul debemos hacerlo un viernes, un día consagrado al amor y a los amantes. La hora a la que deberemos encenderla será la sexta desde la hora de la salida del Sol. Antes de comenzar escribiremos en un papel blanco con tinta azul el nombre del arcángel de la vela, el arcángel Anael. En otro papel blanco escribiremos con tinta azul el número seis, número que nos señala el camino de la armonía y la belleza.

Acto seguido pronunciaremos la siguiente oración:
Me dirijo a tí, Padre Celestial, en el nombre de tu hijo el arcángel Anael, y te suplico de tu gran amor hacia nosotros tus hijos amados, que se haga posible… (aquí explicaremos cuál es nuestro deseo o petición)
Gracias, bendito sea tu nombre, por los siglos de los siglos. Amén

Si queremos hacer que nuestro ritual con la vela azul sea más efectivo podemos utilizar más elementos que guardan relación mágica con ella. Bastará con tenerlos presentes mientras realizamos el ritual. Como mineral podemos utilizar el lapislázuli, como flor y en este caso también como perfume las lilas, la espinaca como planta - especialmente para personas que padezcan problemas de circulación - y el cobre como metal.