Horóscopo de Hoy

Salud frente al ordenador

Existen una serie de dolencias derivadas de movimientos repetitivos, que aunque no están al mismo nivel que otro tipo de enfermedades, afectan a un buen número de personas hoy en día.

Con la llegada de la era de la digitalización este tipo de afecciones se han extendido considerablemente. Prácticamente todo el mundo utiliza el ordenador en su día a día y por ello las enfermedades relacionadas con movimientos repetitivos están a menudo provocadas por el uso del ratón y del teclado. Aunque por supuesto existen una serie de factores externos que también pueden influir en esta clase de enfermedades como son el alcoholismo o la obesidad.

Esta clase de tareas repetitivas, especialmente las realizadas con las manos, provocan una acumulación de tensión que a su vez suele derivar a la larga en distintas enfermedades como la tendinitis, artritis o el síndrome del túnel carpiano.

Esta última es bastante común y mientras que algunas personas conviven con ella sin grandes dificultades, a otras personas acaba limitándoles considerablemente en su día a día. Consiste en la inflamación de los tendones de la muñeca, provocada por una presión excesiva del nervio mediano, que pasa por el túnel carpiano a la altura de la muñeca. Dicha inflamación puede afectar también a los músculos de los dedos pulgar, índice y corazón, que son los que el nervio mediano controla. Lo que se puede traducir en dolor, falta de destreza, entumecimiento, debilidad y una sensación de hormigueo en la mano y en los dedos que puede provocar dificultad para conciliar el sueño.

Síndrome del tunel carpiano

Cuando el síndrome del túnel carpiano provoca un dolor persistente, podemos aplicar hielo para reducir la inflamación o también es aconsejable un período de descanso con las muñecas inmovilizadas. Pero si la situación no mejora, la cirugía puede ser el la última opción.

Antes de llegar a esta opción existen una serie de sencillos ejercicios que si ponemos en práctica, nos ayudarán a prevenir esta enfermedad:
- Extensión y flexión de muñeca con el puño cerrado: apoya el brazo lateralmente en una mesa con el puño cerrado. Dobla lentamente la muñeca hacia delante y hacia atrás.
- Extensión y flexión de muñeca con la mano extendida: coloca tu brazo sobre la mesa con la muñeca justo en el borde de la mesa de modo que cuelgue la mano. Desde este posición, flexiona la muñeca hacia arriba sin doblarla. Después cambia la posición del brazo de forma que la palma de la mano mire hacia arriba y repite el ejercicio.
- Aducción y abducción de la muñeca: apoya tu brazo sobre una mesa con la palma de la mano mirando hacia abajo. Mueve alternativamente la mano hacia la parte interior del antebrazo y hacia la parte exterior. Después, cambia la posición del brazo de forma que la palma de la mano mire hacia arriba y repite el ejercicio.

Además de los mencionados ejercicios, apretar una pelota de tenis o alternar la posición de nuestras muñecas, así como de nuestros brazos, piernas o cuello cuando estemos trabajando, nos vendrá muy bien para evitar que la tensión se acumule en un punto concreto y nos cause dolor.