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Los efectos positivos del baño

A lo largo de la historia el agua - y consecuentemente los baños con ésta - se ha utilizado con fines curativos pues se le consideraba un elemento que proporcionaba salud dados sus fines terapéuticos. Esta afirmación es, precisamente, la base de la hidroterapia.

Actualmente el ser humano utiliza el baño como un hábito dentro de su higiene personal diaria. Pero aunque no lo sepamos, el baño puede también proporcionarnos efectos refrescantes, estimulantes, relajantes, calmantes o armonizadores.

El agua provoca efectos sobre el sistema sanguíneo y también sobre los órganos internos. En nuestro cuerpo existen distintas "regiones sanguíneas" que se encuentran conectadas unas con otras. Así, si bañamos nuestros pies estaremos actuando sobre la cabeza o la región abdominal, mientras que si mojamos nuestros brazos, actuaremos sobre los vasos cardíacos.

mujer tomando un baño

La temperatura del agua es también muy importante. Conociendo los diferentes efectos del baño según su temperatura es posible obtener estímulos curativos para tratar dolencias muy variadas. Pero lo ideal es siempre un baño en el que haya un aumento progresivo del calor para de esa forma obtener una temperatura homogénea en todas las partes de nuestro cuerpo y una armonización de la circulación sanguínea.

A la hora de elegir la temperatura del baño hay que tener en cuenta la constitución de cada persona así como su capacidad para soportar el agua a temperatura alta o baja. Las personas corpulentas normalmente tienen una piel caliente y una buena circulación sanguínea en pies y manos, pero deficiente en sus órganos. Estas personas soportan bien los baños calientes con romero. En cambio, las personas de constitución más débil, suelen tener frío en sus manos y pies. Los baños calientes pueden fatigar su organismo por lo que lo más conveniente para esta clase de personas son los baños a temperatura lentamente creciente, utilizando pino y lavanda.
El uso de agua a temperatura creciente sirve para el entrenamiento del sistema circulatorio. Por ejemplo, para una mejor irrigación del corazón o de los pies se puede realizar una serie de baños parciales elevando progresivamente la temperatura del agua. Cuando se tenga tendencia a padecer varices se puede añadir castaño de Indias.

La hidroterapia tiene también beneficios a nivel psíquico. Así, el agua caliente puede ayudar a calmar estados de nerviosismo y fatiga. En esos casos además, es recomendable añadir lavanda o pino. Por otro lado, el agua fría tiene un efecto estimulante sobre la piel.

Puesto que el agua del grifo está privada de fuerzas vitales - no así con el agua procedente de manantiales - , resulta beneficioso añadirle algún extracto o aceite esencial el cual será absorbido por nuestro organismo a través de los poros de la piel y de la respiración, pudiéndonos beneficiar así de sus beneficios. Estos son algunos de los más utilizados:
- Castaño de Indias
Puesto que posee un efecto vasoconstrictor, está indicado en casos de tendencia a las varices y piernas cansadas. Estimula la circulación venosa y favorece el drenaje linfático.
-Lavanda
Tiene un efecto calmante sobre los nervios, favorece el sueño y por ello es recomendable usarla en baños por la noche. Sus baños relajan y tienen un efecto armonizante.
- Romero
Ejerce una acción tonificante que activa la irrigación sanguínea y calienta el organismo. Estimula la circulación sanguínea y favorece la eliminación de toxinas. Se recomienda en baños parciales cuando el organismo presenta una tendencia a padecer frío tanto en los pies como en las manos.
- Pino
Un baño con aceite esencial de pino ayuda a liberarnos de toda tensión nerviosa, elimina el cansancio y nos prepara para el sueño. Por otro lado es también beneficioso para despejar las vías respiratorias, combatir la artrosis y el reumatismo.