Horóscopo de Hoy

El poder de las gemas y cristales

Históricamente se han utilizado gemas para curar y proteger. Las gemas y minerales pueden servirnos para mejorar nuestra salud ayudándonos a estimular nuestros chakras, como remedio para el autoconocimiento personal, mental y emocional así como para nuestro crecimiento. Sus beneficios están al alcance de cualquiera. Solo es necesario seguir una serie de pasos: elegirlo, limpiarlo, cargarlo y programarlo.

En la elección de una gema o un cristal la intuición juega un papel fundamental. Cuando veamos varias gemas o cristales, a menudo podremos sentir una cierta atracción hacia una o varias en concreto. Podemos guiarnos por esa sensación de afinidad a la hora de elegir una sin miedo a equivocarnos. La explicación está en que cada piedra preciosa posee su propio campo de energía. Es importante, eso sí, comprobar que no tiene ningún desperfecto, ya que si es así la piedra o el cristal habrá perdido parte de su enorme poder. Algunos especialistas en la materia señalan que si lo que sentimos al coger una gema es una sensación de hormigueo, esto es una señal negativa, por lo que no debemos decantarnos por ella.
En la elección de un cristal debemos tener en cuenta otro factor importante: su transparencia. Cuanto mayor sea, más poderoso será. Por otro lado, cuanto menos tallado esté también será mayor su poder.

Una vez ya tenemos nuestra gema o crista debemos limpiarlo de todas las cargas negativas de las que haya podido impregnarse al haber sido tocado por muchas personas. Esta fase es muy importante, ya que si no se limpia bien lo más probable es que no funcione como nosotros queremos. Existen diferentes formas de limpiar gemas y cristales:
- Limpieza con agua: debemos sumergirlos en agua limpia y corriente y preferiblemente en un entorno natural. Por ejemplo, en un río o en el mar. Nunca en agua del grifo. Puede usarse agua mineral embotellada, pero en ese caso debemos dejar sumergida la piedra toda la noche.
- Limpieza con tierra: debemos enterrar el cristal durante una noche. Si no se dispone de jardín, también es posible enterrarla en sal marina durante varios días.
- Limpieza con aire: podemos exhalar aire sobre la piedra mientras nos concentramos en ella.
- Limpieza con fuego: se lleva a cabo pasando con cuidado la gema o cristal por encima de la llama de una vela o de un fuego.

Ya hemos dicho que es muy importante limpiarla antes de comenzar a usarla pero también lo es continuar haciéndolo después. Deberemos usar estas técnicas para limpiar nuestra gema o cristal con una frecuencia semanal ya que absorben la atmósfera en la que están guardados.

Una vez ya tenemos nuestra piedra o cristal limpio de energías negativas, lo siguiente es cargarlo de energía positiva. Para ello podemos dejarlo a la luz del Sol o de la Luna (fuera o dentro de casa) durante unos días o ponerlo dentro de una pirámide. También podemos realizar meditación concentrándonos en él para cargarlo de energía, o de una forma más sencilla, podemos ponerlo junto a nuestro corazón.

El siguiente paso con nuestra gema o cristal es programarlo para las funciones que realizaremos con él. Para esto debemos situarnos en un lugar tranquilo, colocar nuestra piedra o cristal en el Sexto Chakra o Chakra Ajna (también llamado Tercer ojo) y pensar en la tarea que queremos que realice esa piedra (que puede ser por ejemplo, meditación, sanación, etc).

El proceso no termina aquí. Lo siguiente es guardar nuestra gema o cristal. Lo ideal es hacerlo en un sitio donde reciba luz directa del sol. Donde no se recomienda guardarlos es en un cajón donde nunca la reciba.

Llegado a este punto nuestra piedra o gema está lista para que la podamos usar cuando deseemos. Una forma sencilla y muy efectiva de usarla es llevándola con nosotros. Podemos llevarla en un bolsillo, en cuyo caso será bueno que la toquemos con frecuencia. También es positivo que si tenemos un problema se lo contemos para que nos ayude a resolverlo.
Si nos decantamos por esta opción debemos recordar que como ya habíamos dicho habrá que limpiarla con frecuencia, pues se contamina al entrar en contacto con la ropa que llevamos.
Llevar con nosotros nuestra piedra o cristal en el bolsillo, como una joya o de la forma que más nos guste, creará entre ella y nosotros un vínculo muy especial.