Géminis es un niño despierto, inquieto y activo que desde muy pequeño muestra evidencias en su comportamiento de tener detrás a Mercurio como planeta regente. Aunque esto obligará a sus padres a tener cien ojos puestos encima de él, ya que siempre estará explorando y eso le llevará en más de una ocasión a volver a casa con alguna herida.

La clave está en dejar que indague y descubra sin ponerle demasiadas restricciones. Cuando es pequeño no es buena idea tratar de encerrarlo, aunque sea durante unos escasos minutos, ya que como buen signo de aire Géminis necesita moverse para no aburrirse. En esos casos el mejor consejo es tratar de mantenerlo entretenido con todo tipo de juguetes y sobre todo, sacarlo de ahí cuanto antes.

Su actividad frenética se manifestará en verborrea incontrolada tan pronto como empiece a decir sus primeras palabras. Será un niño ruidoso y charlatán y a partir del momento en el que descubra la comunicación, sentirá verdadera pasión por ella: aprenderá a leer rápidamente y estará siempre dispuesto a expresarse de forma oral o por escrito delante de sus compañeros. Pero pese a que el niño Géminis es un niño despierto y entusiasta, habrá que insistirle mucho para conseguir que haga los deberes en casa ya que les cuesta profundizar en algo. Pero puesto que les estimula hacer más de una cosa a la vez, tal vez puedas conseguir que haga los deberes si le dejas que los haga escuchando música de fondo.

Por otro lado son niños con una gran imaginación. Tanta que a veces sin querer tienden a exagerar o mentir cuando cuentan cómo ocurrió algo y por eso hay que corregirlos (con mucho tacto y acompañado siempre de buenos argumentos si no queremos provocar su total rechazo) desde pequeños para que aprendan a decir siempre la verdad. Enfocar esta imaginación hacia otras disciplinas, como por ejemplo los idiomas, puede ser muy buena idea ya que son niños que los aprenden rápidamente y sin demasiado esfuerzo.

Cuando haya llegado a la adolescencia el niño Géminis será conocido como “el que siempre llega tarde” entre sus amigos. No podrá evitarlo porque siempre habrá algo que le distraiga en su camino y le haga llegar tarde. Como tampoco podrá evitar interrumpir cuando alguien esté hablando.

Será un adolescente que vivirá pegado al teléfono, con una vida social agotadora, que cada semana te dirá que quiere estudiar una carrera diferente y que siempre estará “metido en mil cosas a la vez”.

Un adulto entusiasta y diferente a los demás que continuará siendo así durante toda su vida.