Horóscopo de Hoy

El Chi

La medicina tradicional china llama chi a la energía propia de todo ser vivo que fluye de forma constante. Esta tradición milenaria sostiene que si el flujo del chi deja de ser suave y se interrumpe o debilita por culpa de la ansiedad, el estrés o cualquier otro motivo, aparecen trastornos físicos y psicológicos.

De ahí que conceda gran importancia al fortalecimiento del chi. A lo largo del tiempo se han ido descubriendo una serie de movimientos y posturas que estimulan el centro productor de chi para lograr un beneficio sobre todo el organismo. Diferentes prácticas especialmente extendidas en Oriente, como el yoga, el Tai-chi o el Chi-kung entre otras, utilizan estos movimientos con el objetivo de producir energía en vez de consumirla.

El Tai-chi utiliza movimientos continuos, lentos y armoniosos mientras que en el caso del Chi-kung se emplean posturas estáticas. En ambos casos se trata de movimientos que tienen la capacidad de generar chi, favorecer su circulación, enseñarnos a mantener la calma en situaciones de tensión o afrontar las dificultades de mejor forma, entre otros muchos beneficios.

Hombre reforzando su chi

Algunos de esos movimientos son sencillos ejercicios cuya práctica diaria nos generará enormes beneficios.

Ejercicio para activar el chi: De pie, levantaremos los brazos hasta casi la altura de los hombros y los dejaremos caer en un balanceo suave y relajado hacia atrás y hacia adelante. Podemos empezar repitiendo el ejercicio unas 50 veces y aumentar hasta las 200 cuando tengamos algo de práctica.

Ejercicio para hacer más fluido nuestro chi: De pie, debemos hacer círculos con los brazos lo más alejados posible del centro de nuestro cuerpo. Cuando una mano suba, la otra debe bajar, por lo que al principio puede resultar algo complicado así que es bueno comenzar a hacerlo de forma lenta y continua unas diez veces. Cuando tengamos práctica suficiente podemos hacer 30 repeticiones.

Ejercicio para transmitir nuestro chi a los demás: Nos ponemos de pie y colocamos las palmas de las manos paralelas sin que lleguen a tocarse, con los dedos lo más separados posible y el cuerpo en una postura libre de tensión, relajada. Debemos mantener esta posición durante unos cinco minutos mientras nos concentramos en sentir la circulación de nuestro chi entre ambas manos. Pasado este tiempo, debemos aplaudir unas doce veces y frotar las manos durante unos segundos. Al terminar estaremos listos para transmitir nuestra energía positiva a quienes nos rodean.