Horóscopo de Hoy

Cómo recuperar a tus amigos

La amistad es una relación afectiva que surge entre varios individuos de forma espontánea. A lo largo de nuestra vida conocemos a muchas personas y muchas de ellas llegan a convertirse en nuestros amigos pero todos contribuyen en alguna medida a dar forma a nuestra identidad. Con el paso del tiempo también es habitual que muchos de aquellos amigos se queden en el camino y conservemos solo unos pocos puesto al igual que nosotros cambiamos, también lo hacen los demás.

Aunque hayan pasado años desde que perdimos el contacto con aquella persona que en su día fue importante para nosotros, nunca es tarde para tratar de recuperar la amistad que hubo en su día. Hacerlo nos permitirá ser más felices y vivir con mayor intensidad el presente y si en el peor de los casos no lo conseguimos, al menos podremos lograr un buen recuerdo de esa persona que en su día fue nuestra amiga.

Entre los motivos más comunes por los que se tiende a perder a un amigo está el no haber cuidado lo suficiente nuestra amistad. Tendemos a olvidar que mantener una amistad requiere de un esfuerzo por ambas partes. Para hacer crecer una amistad es necesario dar de forma altruista (nuestro tiempo, nuestros consejos,nuestra comprensión…) sin esperar nada a cambio. También es necesario saber coger y agradecer lo que el otro nos ofrezca (a menudo nos olvidamos de agradecer lo que nos dan nuestros amigos) y ofrecerle nuestro respeto y confianza al tiempo que sepamos que contamos con los suyos.

Dos buenas amigas

También es frecuente perder a un amigo por algún tipo de conflicto mal resuelto entre ambos. Cuando esto sucede no siempre es fácil recuperar el vínculo. En cualquier caso tener la voluntad de hacerlo pasa obligatoriamente por afrontar el problema que hubo en su día. Algo a lo que el paso del tiempo siempre ayuda, puesto que nos dota de una nueva perspectiva desde la que ver el problema así como de nuevos recursos fruto de nuestro proceso de maduración. De modo que lo primero que hemos de hacer es tratar de ponernos en el lugar de nuestro amigo, entender cuál fue su forma de sentirse, actuar y pensar en el momento en el que surgió el conflicto. Después deberíamos examinar cuáles fueron nuestras propias emociones en el momento del conflicto y tratar de plantearnos un reencuentro físico con esa persona. No hay nada de malo en que debamos ser nosotros quienes demos el primer paso hacia ese reencuentro. Si finalmente se produce, lo más constructivo es hablar con calma y sin resentimiento, siendo capaces de decir todo aquello que en su momento no pudimos o no supimos y resolviendo de esa forma el problema.

Cuando se trata de recuperar una amistad perdida puede suceder que ambas partes decidan retomar su amistad en el punto en el que lo dejaron o que les resulte algo más complicado al principio. En ambos casos fortalecer esa amistad pasará por disfrutar del tiempo que compartan juntos hablando, paseando, practicando un deporte o cualquier otra actividad. Será necesario que ambas partes implicadas aprendan a ser generosas, pues en la amistad cuanto más das, más tienes.

Pero también puede suceder que el reencuentro con un viejo amigo no sea posible, puesto que éste no acceda a ello. En ese caso lo mejor es respetar su decisión, aceptarla sin rencor, agradecer sinceramente lo recibido y simplemente guardar un buen recuerdo de esa amistad.

Recuperando amistades del pasado lograremos comprendernos y aceptarnos mejor y abriremos nuestro corazón, también a las amistades del presente y las que están por venir en el momento más inesperado, logrando mantener así la llama de la ilusión y la esperanza.