Horóscopo de Hoy

Beltane

La festividad de Beltane o Bealtaine (traducido del irlandés "Buenfuego") se celebra la noche del uno de mayo.

Esta celebración, como ocurre con la noche de Walpurgis, está consagrada a la diosa Naturaleza y a las ideas de resurgimiento y fertilidad que trae consigo. También la tradición cristiana vincula el mes de mayo a la naturaleza, pues se le conoce como "el mes de las flores" o el "mes de María".

El origen de la celebración de Beltane es celta y toma su nombre del dios Belenus, dios de la luz, el Sol y el fuego. Por este motivo la costumbre durante la celebración de Beltane era encender hogueras en las montañas en torno a las cuales la gente comía, cantaba y bailaba.

Los pastores solían hacer pasar a su ganado por encima de las brasas de estas hogueras, que se consideraban mágicas, con el objetivo de que aumentara su fertilidad y de esa forma su prosperidad económica. Asimismo también se solían sembrar las cenizas de estas hogueras en los campos para invocar el poder del fuego sobre las cosechas.

En la mayoría de países con pasado celta en los que solía celebrarse la festividad de Beltane se ha perdido esta costumbre, a excepción de algunas partes de Irlanda que continúan haciéndolo.

Si nos apetece o no tenemos la posibilidad de encender nuestra propia hoguera, podemos aprovechar esta fecha mágica y todas las energías que confluyen en ella para realizar un ritual con el que mejore nuestra situación ecońomica.

Ritual de Beltane
Para llevarlo a cabo necesitaremos una vela blanca o naranja, una torta de harina cortada en nueve trozos (no tienen que ser iguales) y unas seis flores del tipo y color que queramos.

Encenderemos la vela y colocaremos las flores alrededor de ella, colocando a un lado la torta de harina. A continuación, nos comeremos ocho de los nueve pedazos de la torta. Cuando hayamos terminado daremos nueve vueltas alrededor de la vela en el sentido de las agujas del reloj mientras decimos:

Vosotras, fuerzas de la luz que brotáis como lo hacen las flores en la Primavera, os pido que sembréis en mí la prosperidad económica necesaria para que yo también pueda crecer y dar frutos.

Seguidamente nos sentaremos frente a la vela, cogeremos con las dos manos el pedazo de la torta que queda y lo levantaremos diciendo:

Os ofrezco como agradecimiento la novena parte de mi cosecha, sabiendo que vosotras, fuerzas de la naturaleza, me volveréis a proporcionar una nueva cosecha el próximo año. De esta forma os doy las gracias por todo cuanto me habéis dado hasta ahora y todo cuanto me daréis en el futuro, permitiéndome con ello abrir caminos de fertilidad y éxito.

Terminaremos dando las gracias y dejando que la vela se consuma por completo. Tan pronto como lo haya hecho recogeremos sus restos de cera y junto con el noveno trozo de torta humedecido, los enterraremos en el campo o en la tierra de un parque.